¿Por qué Eliaquim?

Eliaquim, según Isaías 22:15-25, nos muestra la importancia de saber la voluntad de Dios, en ese caso Sebna era un mayordomo, tesorero que había realizado su tarea de acuerdo a su propias convicciones egoístas y que había dejado de lado su responsabilidad ante Dios, por lo tanto Dios lo reprende, por su actitud y le muestra que su vida, ante El, estaba apoyada en la muerte, producto de su desobediencia  (labrado su propio sepulcro v.16) y es echado por Dios v.19, por esto perdió todo su privilegio.
Frente a esto, Dios llama a Eliaquim a reemplazar a Sebna v.20 y le da la verdadera autoridad de Dios, al vestirlo y darle las llaves de la casa de David, lo que lo convierte en el mayordomo de Dios mismo, aprobado y autorizado por El, de acuerdo a los vrs. 21-23.
De ahí la importancia de un hombre llamado y establecido por Dios en el ministerio, "ellos establecieron reyes, pero no establecidos por mi, constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos" Oseas 4:6, "pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oir mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras" Jeremias 23:18,23.
Lo que debemos saber es que hoy, como en el contexto bíblico, los hombres que se han puesto como líderes de la Iglesia, en su mayoria, no han sido llamados por Dios, ni menos establecidos por El. Hoy crecen los grandes ministerios con hombres famosos, pero que nada tienen que ver con el Dios de la biblia, porque El ha dejado en claro, cuales son los requisitos morales y espírituales que un hombre debe tener, para ser llamado siervo de Dios (1 Timoteo 3:1-7). Por tanto, este espacio ha sido creado, con el propósito de dar luz, con respecto a éste y otros temas que hoy simplemente se han olvidado, Dios nos ha llamado a examinarnos a nosotros mismos, si aún permanecemos en la fe (2 Corintios 13:5), y esto sólo se puede saber a través de la Palabra de Dios, que es Su verdad y que en ella nos es revelada la voluntad y los propósitos de Dios con su Iglesia, principalmente en este último tiempo, de apostasía y maldad.